4 de maig del 2010

A todo lo que nunca fue

“Nunca digas nunca jamás” ¿Cuántas veces hemos oído eso? Y la mayoría de veces nos hemos deshecho del tópico con otro tópico que no es otro que desconfiar de los tópicos. ¿Me seguís…? Los refranes casi siempre son ciertos, por eso a alguien se le ocurrieron…al fin y al cabo, la imaginación es limitada, como nosotros mismos.

Sólo una buena presa o un jugoso festín va a sacar al oso de su madriguera en época de invernación. Quizás eso es lo que me pasa aquí, que me encuentro escribiendo estas línias sin ninguna idea preconcebida. ¿Por qué escribes después de tanto tiempo? Os preguntáreis. ¿Por qué no has escrito nada en todo este tiempo? Quizás yo también necesitaba un descanso para asimilar todo lo ocurrido el pasado año. No me refiero a cosas malas, o no únicamente, sino fundamentalmente a CAMBIOS. Cambios que, aunque a veces creamos que podemos sobrellevar y que no afectarán a nuestra vida, la condicionan de tal manera que a veces llegamos a dudar de nosotros mismos. Y es entonces, cuando un buen día, nos hartamos de jugar al juego de la supervivencia, de actuar como si mañana fuera el último día de nuestras vidas (Oh Sí! En 2012 un meteorito destruirá la tierra!), es entonces cuando nos miramos al espejo y vemos otro rostro y otro cuerpo que no son nuestros. Quien nos mira hastiado, cansado, al límite de sus fuerzas, nada tiene que ver con nosotros; es alguien que desea desaparecer de nuestra vista, alguien vacío, sin rumbo y sin metas: alguien que ha conseguido todo lo que se propuso porque nunca de propuso nada razonable. No nos reconocemos. “¿Quién eres tú? No me mires! No quiero tu lástima ni tu perdón! Solo quiero recuperarte! Vuelve! Devuélvemela!!!”

Tal vez un día amanezca y te des cuenta de que nadie te ve ni oye tus gritos. De que el mundo es ciego, sordo y mudo, y que no puedes hacer nada para cambiarlo. Sin embargo, no desesperes. Siempre habrá un ciego que se complacerá de escuchar tu voz, un sordo que se enamorará de tu forma de sonreir, y un mudo que no necesitará palabras…

Y el resto, como decía el genio… “escúchalo en el viento”

1 comentari:

lamagistradixit ha dit...

Tens un talent especial per escriure Janet!