TACHÁN!! final alternativo a The Twilight Saga.

Hellooooooooooooooooooooooooooooooo~ Aquí os traigo una entrega de un final alternativo a the twilight saga, dedicado a las amantes de la pareja Jacob-Bella o Jacob-Tu xD no recomendado para amantes de Edward (eh Lorena :O:O)
Y especialmente dedicado a Tania J. Para que me perdones por lo que paso hace algún tiempo en clase de Sociales, lo siento mucho de verdad...
PD: Team Edward Forever!!!
(Fragmento de The Twilight saga: New moon)
—Bella, por favor, te lo suplico.
Sus ojos negros refulgían llenos de lágrimas. Se me hizo un nudo en la garganta.
—Jake, debo...
—No, no debes, la verdad es que no, lo cierto es que te puedes quedar aquí conmigo. Quédate y vive. Hazlo por Charlie. Hazlo por mí.
El motor del Mercedes de Carlisle ronroneó. El ritmo del zumbido aumentó cuando Alice aceleró.
Negué con la cabeza y las lágrimas de mis ojos salieron despedidas a causa del brusco movimiento. Solté el brazo y él no se opuso.
—No mueras, Bella —dijo con voz estrangulada—. No vayas. No.
(Mi fragmento)
—Jake, yo... —dije con voz entrecortada—. Jake... no se que decirte...
Y en ese momento lo vi todo claro, al ver el rostro de Jacob desolado y destrozado por mi marcha, esa era la vida que yo quería, y a la vez la vida que Edward no me iba a dar, por mucho que mi despedazado corazón lo desease. Él no iba a volver, y jamás lo haría, y ya era hora de que lo asumiese. Me bajé con prisa del coche de Alice.
—Bella ¿Que se supone que estás haciendo?
—Alice, si yo no voy ¿Edward sobrevivirá?.
Los ojos de Alice se abrieron como platos, obviamente no se podía creer las palabras que estaban saliendo de mi boca.
—Bella, ¿Lo estás diciendo en serio?.—Dijo Alice con incredulidad.—
Intenté que no se me quebrara la voz al darle la respuesta, sin éxito en ello. Tartamudee como una idiota sin conseguir rehacerla.
—A-lice, yo d-de verdad q-que lo siento p-pero a-ahora mi vida está j-junto a Jake.
Miré a Jake, parecía que se le iban a salir los ojos de las órbitas. Pero yo ya había tomado una decisión. Me sumergí en sus ojos negros color azabache, y por primera vez en mi vida, admiré la belleza de Jacob. Sus graciosos rasgos nativos bien definidos, su piel perfectamente bronceada, sus brazos musculosos rodeados de venas pero no por ello exagerados, esa mirada cautivadora y dulce, su sonrisa pícara, su torso perfecto, su cabellera corta pero desordenada a causa del viento, me podría pasar horas mirándolo en este momento sin ninguna perturbación. Su repentina y absoluta perfección me cautivó. Como siempre me había cautivado el, y fue gracias a él que mi corazón volvió a latir, desbocado, anhelando todo lo que le rodeaba, cada minuto que estaba separada de él, de su calidez... era insoportable. Lo amaba y no pensaba volverlo a perder otra vez. No sé si volvería a amar como amé a Edward, pero Edward sobreviviría sin mi, puesto que los vampiros se distraen con suma facilidad y yo no era la compañera ideal para Edward. Después de estar minutos absorta en mis pensamientos, reaccioné ladeando la cabeza a un lado y otro, y respondí una vez mas, esta vez con firmeza, al rostro menudo y hermoso de mi aún mejor amiga, Alice.
—Edward no tiene porque morir, ve allí y retenlo, no dejes que muera y cuando tengas noticias dímelo, por favor.
—Está bien, Bella.—La voz de alice sonó quebrada, y con un punto de amargura y dolor, no era extraño, pues lo que le acababa de decir era tan tanto para ella como para mi.
No había vuelta atrás. Quería llorar pero no podía.
—Alice, quiero que sepas algo.—Dije como última despedida.
Me miró atónita, intentando adivinar lo que iba a decir.
—Dime, Bella. — Su voz esta vez sonó cortante y fría.—No tengo mucho tiempo.
Me armé de valor y dije:
—Dile a Edward que le quiero, y por eso le estoy haciendo caso, no quiero hacer mas la masoquista pesando en algo que no pudo ser, dile que siento muchísimo no haber ido a salvarlo, pero que será mucho mejor... para los dos. —Pronunciar esa última frase fue tan doloroso que sentí como si echasen sal, vinagre y limón en mi agujero en proceso de sanación.—Y... Alice, quiero que sepas que a ti también te quiero, siempre te consideraré mi mejor amiga.
—Y yo a ti Bella, y yo a ti.
Y con esas ultimas palabras, el motor pegó un rugido impresionante y sin más, se marcho. Sentí ganas de romper a llorar, es mas, lo hice. Rompí a llorar en los brazos de Jacob, de mi Jacob, los sollozos eran tan fuertes que podrían haberlo escuchado hasta en la reserva de los quileute. Jacob me abrazó con ternura, y olió mi pelo. Y así nos quedamos un buen rato. De tanto en tanto, acariciaba mi cara con sus enormes y suaves manos, y me decía al oído que todo había pasado ya, que todo iba a ir bien. Pero en esos momentos nada iba bien. Aunque mi decisión era la correcta aún amaba a Edward y por ello estaba así, pero no me iba a echar atrás, no ahora. El tacto cálido de mi Jake, me calmaba un poco, me sentía como una niña pequeña en brazos de su padre, claro que para mi Jacob no era como mi padre. Cuando me calmé, armé el valor suficiente para mirar a la cara a Jake, y preguntarle:
—Estás enfadado conmigo?.
Jacob me miró como si estuviese loca.
—Bella cariño ¿Cómo rayos voy a estar enfadado contigo?.
Sonreí levemente, y el me devolvió cálidamente la sonrisa. A pesar del tono de su voz, pude notar como Jake también quería llorar, pero no lo hacia porque no quería herirme aún mas, no era el momento. Unos diez minutos después, y aún sin creérmelo, volví a mirar a Jacob, y esta vez, todo fue muy... mágico.
Sus ojos mostraban calor, cariño, dolor aprobación y algo de incredulidad, pero sobretodo se mostraban felices, felices de mi decisión y felices de poder estar conmigo, esta vez, como el, y ahora yo queríamos.
Me sujetó la barbilla con sus manos, tan suavemente que apostaría algo a que pensaba que en esos momentos era tan frágil que con un movimiento tosco podría romperme en pedazos. Me miró como esperando la aprobación y yo asentí levemente. Pude notar como cerraba los ojos y poco a poco se acercaba a mí. Mi respiración y mi corazón se aceleraron, desbocados, parecía que iba a tener un ataque. Notaba como se seguía acercando a mí, con precaución. Soltó la mano con la que me tenia agarrada la barbilla y agarró mi mano por una parte entrelazando nuestros dedos, fue entonces cuando percibí que el estaba tan nervioso como yo, temblando. Y con la mano restante que me abrazaba por los hombros, apartó el pelo de mi cara y después lo colocó detrás de mi oreja. Y esa mano la colocó ahora abrazando mi cintura. Miró un momento hacia arriba, donde teníamos entrelazados nuestros dedos, y después con un ligero y grácil movimiento la bajó. Me miró con una dulzura que me derritió por completo y le devolví la mirada. A medida que se iba acercando pude notar su aliento cerca de mis labios, cada vez mas próximo hasta que se unieron. Fué el beso mas dulce de mi vida. Ambas respiraciones ahora acompasadas y menos nerviosas, se iban calmando poco a poco, hasta llegar a un ritmo normal, separó sus labios de los míos y me miró como si hubiese echo algo mal. Entonces yo con un poco de esfuerzo me libere de su abrazo y salte encima suyo, besándolo con pasión, con una pasión que no se podía medir, intentando explicarle con un beso mis sentimientos hacia él. Cuándo este hubo acabado, él me depositó en el cielo y me abrazó, igual que yo lo abracé a él. Me sentí la mujer mas feliz del mundo, y entonces, acercándome a su oído, susurrándole, le dije.
—Jake, te quiero, más que a mi vida y quiero pasar el resto de mis días contigo.
—Y yo contigo, mi amor.
Y volvimos a unirnos en un beso, un beso que no pareció tener final, igual que nuestro amor.